¿Viviste algo que te marcó y sientes que aún te condiciona?
¿Te ves reaccionando con ansiedad, bloqueo o malestar sin saber por qué?
El EMDR es una herramienta terapéutica eficaz para trabajar el trauma, el dolor emocional y los recuerdos difíciles que siguen interfiriendo en tu día a día.
No necesitas revivirlo todo. Solo estar dispuesto a sanar.
Trabajamos con cuidado, paso a paso, para que lo que antes dolía… deje de tener poder sobre ti.
El EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular) es una terapia diseñada para ayudarte a procesar experiencias traumáticas o muy intensas que han quedado grabadas en tu sistema nervioso.
Funciona estimulando el cerebro de forma bilateral (con movimientos oculares, sonidos o toques alternos) mientras se trabaja con el recuerdo. Esto permite liberar la carga emocional que lo acompaña.
Muchas veces, el trauma no es el hecho en sí, sino cómo se quedó atrapado dentro de ti.
Puedes contarme de forma breve lo que estás viviendo o lo que te gustaría trabajar.
Si no sabes si es trauma o no, no pasa nada. Lo vemos juntos.
Te cuento en qué consiste el EMDR, cómo se trabaja y si encaja con lo que necesitas.
Cada persona es distinta, y lo importante es que te sientas seguro/a.
Solo si te sientes preparado/a y en confianza, iniciamos el proceso.
Tú marcas los tiempos. Yo te acompaño con respeto y cuidado.
El trabajo con trauma requiere cuidado, respeto y acompañamiento profesional.
No se fuerza nada. No se revuelve todo de golpe. Y no se hace si tú no estás preparado/a.
Cada proceso con EMDR es único.
Lo importante no es la rapidez, sino que realmente funcione y te libere de aquello que sigue afectando tu vida.
Nada se impone. Todo se construye contigo.
Hay situaciones que te sobrepasan, aunque en su momento hiciste lo que pudiste.
Cosas que te pasaron cuando eras vulnerable, indefenso/a o simplemente no sabías cómo protegerte.
Quizás te hicieron creer que debías seguir adelante, que «ya pasó», que «todo está bien».
Pero dentro de ti, ese recuerdo sigue vivo. Y aparece cuando menos lo esperas.
Y por más que lo racionalizas, por más que lo intentas olvidar, tu cuerpo y tu mente siguen reaccionando.
El pasado no se ha ido… solo se ha camuflado.
Con el EMDR, trabajamos ese trauma para que deje de doler, para que puedas mirarlo sin que te domine.
No se borra lo vivido, pero sí se transforma su impacto.
Y en ese espacio, aparece algo nuevo: calma, libertad y poder personal.
Ayudo a las personas a recuperar su bienestar porque entiendo que muchas experiencias de la vida pueden afectar profundamente el equilibrio emocional y la autoestima.
Sé lo difícil que puede ser atravesar momentos complicados. Por eso, me dedico con vocación y desde el corazón a ayudarte a reencontrar tu paz interior y tu fortaleza personal.