Puedes contactarme por WhatsApp, teléfono, correo o a través del formulario de la web.
Leo personalmente todos los mensajes y respondo en cuanto tengo un momento. Si no sabes por dónde empezar, solo escribe “hola” y vamos viendo.
Todo proceso empieza con escucha.
No hay nada que tengas que explicar perfecto ni resumir bien.
Me cuentas lo que te preocupa, lo que estás sintiendo… y desde ahí, empezamos a darle forma a tu proceso.
Cuando tenga claro cómo podemos enfocar tu situación, te lo explico con calma.
No hay soluciones cerradas, ni caminos obligados.
Solo opciones, recursos y una estrategia adaptada a ti. Tú decides.
Si te resuena lo que te propongo y quieres iniciar el proceso, comenzamos a trabajar.
Tendrás un espacio seguro y constante.
Te iré acompañando, informando, adaptándome a ti. Aquí no se fuerza, se camina contigo.
Trabajo con personas, no con diagnósticos.
Con historias reales, que duelen, que cansan, que a veces no se pueden ni contar del todo al principio.
No hago esto por inercia. Lo hago porque me importa.
Porque sé lo difícil que es dar el paso.
Porque sé lo que puede cambiar una vida cuando alguien, por fin, te escucha de verdad.
No prometo soluciones mágicas. Pero sí un compromiso profundo, profesional y humano con tu bienestar.
Eso es lo que mereces. Y eso es lo que te ofrezco.